martes, enero 21, 2014

¿Que Talento estas dejando pasar?

Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín. Frente a él y sobre el suelo estaba su boina, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa. El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín.

Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical. Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana.
La esposa le pidió, al concertista, que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo. Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto resquemor.
Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas. Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.
Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando arrobada el extraño concierto. La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría. El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos: ” ¡Ese es mi violín! ¡Ese es mi violín!”. Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.

Y vos, ¿cómo tocás el violín que te entregó la vida?
La vida nos da a todos “un violín”. Son nuestros conocimientos, nuestras habilidades y nuestras actitudes.
Y tenemos libertad absoluta de tocar “ese violín” como nos plazca. Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto.
Pretenden una boina llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie.
No dejes pasar tus talentos. Los talentos son muchos, desde una profesión hasta cosas mínimas pero bien significativas como dar una sonrisa en tu ámbito laboral o familiar, es algo que embellece la vida de los demás y la tuya propia. Todos tenemos habilidades para entregar y otras para desarrollar, ¿las estás guardando?
Los mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría. Por eso debemos de estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.
La historia está llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín que es la vida. Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales.
No te olvides que cada uno es algo así como un color que pinta este lugar de manera única y particular.

Los errores de los padres al subir fotos de sus hijos en redes sociales



El sitio web Familias.com, especializado en el tratamiento de noticias y temáticas familiares, presentó una serie de consejos para tener en cuenta antes de publicar fotografías de sus hijos en las redes sociales.

Sin lugar a dudas, internet se ha convertido en una herramienta que ha diversificado la comunicación y ha permitido extender la información a lo largo del mundo. En este sentido, las redes sociales han logrado entablar y fortalecer lazos interpersonales.
Una red social puede representar un riesgo si no es empleada de manera correcta y si su uso trasciende al entretenimiento. Un ejemplo de ello, fue lo que hizo un experto en seguridad informática en 2013, quien se puso en la tarea de recopilar imágenes, direcciones, teléfonos, correos y toda clase de datos de los usuarios de la red social Facebook.

Por cuenta de la ingenuidad de las personas, el sujeto logró extraer información de más de 100 millones de cuentas de la red social y la puso a disposición de cualquier persona en un sitio web.

Pese a que Facebook o Twitter cuentan con filtros y mecanismos para proteger la información de sus usuarios, muchos de los datos que la gente publica son fácilmente sustraídos por otras personas, debido a que los internautas no seleccionan quién puede tener acceso a su información.

Un error frecuente es la publicación indiscriminada y excesiva de imágenes a través de las redes sociales tras el nacimiento de un bebé. Muchos padres, en su afán de divulgar la grata noticia, amenazan la seguridad del menor revelando toda clase de imágenes, que pueden ser empleadas para fines perversos por parte de otros internautas.

Consejos

Nunca suba fotos de los niños desnudos. Aunque para algunos padres es un momento de mucha ternura y afecto, hay personas inescrupulosas que se dedican a coleccionar imágenes de infantes con poca ropa para saciar instintos muy bajos.
   
No publique diariamente imágenes de sus pequeños. Al hacerlo constantemente, puede colocar su vida y la de su hijo en un estado de vulnerabilidad, ya que sujetos pueden usar las fotografías para extorsionarlo.
   
Si sube a internet fotos tomadas en casa, procure que no sean visibles artículos de valor. Evite que en las imágenes aparezcan televisores, computadores o incluso automóviles; ya que pueden ser vistos por conocidos de sus amigos y se corre el riesgo de que sean ‘amigos de los ajeno’.
   
Tenga cuidado de publicar fotos familiares en lugares públicos. En las imágenes puede verse el lugar donde reside, el nombre de la calle donde vive o la entrada de su casa.
   
Evite nombrar en sus fotos datos de interés que pueden ser usados por alguien. Un ejemplo de ello sería: “aquí saliendo de mi universidad, como siempre a las dos de la tarde”.
   
Borre las fotos de sus álbumes después de que trascurran algunos días.
   
No suba fotos de su bebé o hijos en situaciones comprometedoras. Si tiene la costumbre de subir fotografías en las que sus hijos hacen muecas o caras demasiado chistosas puede correr el riesgo de que sea convertido en un ´meme´, siendo una broma que se comparte millones de veces.
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